Desde tiempos memorables hemos escuchado a nuestros progenitores, docentes y en varios comerciales “haz ejercicio, es por tu salud”, y muchas veces algunas personas lo pasan por alto, otras lo practican una vez al año y otras si tienen la costumbre de hacerlo con regularidad.
Para abordar esta temática, es preciso diferenciar entre actividad física, ejercicio y deporte. Para esto tenemos entones que la actividad física se denomina a todo movimiento corporal voluntario, repetitivo, que implique un gasto calórico por encima de los niveles basales o de reposo, mientras que ejercicio es una actividad física programada, estructurada y repetida con el objetivo de mejorar la condición física y que generalmente se realiza en el tiempo libre. A su vez el deporte se relaciona con un tipo de ejercicio enmarcado dentro de unas reglas especiales, en áreas claramente limitadas, con atuendos especiales y propios para esa práctica deportiva y generalmente con la intencionalidad de competir.
Una vez comprendidas las diferencias, el propósito es que la práctica de alguna de las anteriores la convirtamos en un estilo de vida, en un hábito, pues, así como lo indica la Organización Mundial de la Salud, «la inactividad física es el cuarto factor de riesgo para la mortalidad, además, se estima que es la causa principal de aproximadamente un 21%-25% de los cánceres de mama y colon, el 27% de los casos de diabetes y aproximadamente el 30% de cardiopatías.»
Y entonces te puedes estas preguntado ¿cuales son las recomendaciones para realizar esa actividad física?. Bueno pues la recomendación mínima de práctica de actividad física para los adultos entre los 18 a los 64 años debe ser como mínimo de 150 minutos por semana de trabajo aeróbico con una intensidad moderada, esta actividad debe realizarse por periodos de duración mínimo de 10 minutos y adicional dos veces a la semana debes incluir actividades de fortalecimiento muscular, conjuntamente con ejercicios de flexibilidad y coordinación.
Si analizamos los beneficios que podemos obtener de la práctica de la actividad física podemos encontrar, entre otras:
- Disminución del riesgo de presentar una presión arterial elevada, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer de mama y de colon, depresión y caídas.
- Mejoramiento de la salud ósea y funcional.
- Es fundamental para el equilibrio calórico y el control del peso siendo un determinante clave del gasto energético.
- Reduce la gravedad de las lesiones, en caso de presentarse pueden sanar más fácilmente.
- Aumento de la capacidad cardiopulmonar.
Se ha evidenciado que la gran mayoría de trabajadores permanecen muy sedentarios durante su jornada laboral, que por regularidad es de ocho horas al día, siendo algunas veces incluso más; lo que genera una actividad física mínima durante este tiempo. Así que como empresas tenemos un reto muy especial, el reto de buscar alternativas para mejorar la condición de salud de nuestros trabajadores.
Sería una pena pensar que ésta solo está recomendada a un área determinada de la empresa, pues por un lado, los trabajadores que tienen una cargo menos activo por lo general son más sedentarios, lo que puede producir aumento de peso, disminución de la fuerza muscular y falta de flexibilidad; y, por el contrario, los cargos con un trabajo más fuerte e intensos, puede acarrear lesiones musculo esqueléticas. Por lo tanto, en ambos casos se hace necesario que la actividad física sirva de modulador, de regulador y sea beneficiosa para todos los trabajadores.
Por otro lado, las personas que realizan algún tipo de actividad física, por lo general, son más activos en sus trabajos, cuentan con más energía para el desarrollo de las tareas trazadas día a día, manejan una disciplina más consciente que aquellos que no practican actividad física, y además suelen ser más productivos. Por el contrario, se ha evidenciado que la mayoría de ausentismos laborales corresponde a personas que no realizan alguna actividad de las antes nombradas, en su vida cotidiana.
Anímate a empezar un cambio en tu estilo de vida, ponte metas alcanzables y ve aumentado tus propios retos, notarás una mejora en tu entorno y cultivaras más años de buena vida.