La alimentación saludable se establece como uno de los factores primordiales de la promoción de la salud y prevención de la enfermedad a lo largo de la vida.
Una alimentación inadecuada es un factor de riesgo frente a la aparición de las principales enfermedades crónicas no transmisibles tales como el cáncer, la diabetes mellitus, las enfermedades cardiovasculares; todo esto en su conjunto elevan la morbimortalidad de la población sumado al aumento de la inactividad física.
Para mantener un adecuado estado nutricional y por ende de salud, debemos partir de tener una seguridad alimentaria plena. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), desde la Cumbre Mundial de la Alimentación (CMA) de 1996, la Seguridad Alimentaria ¨a nivel de individuo, hogar, nación y global, se consigue cuando todas las personas, en todo momento, tienen acceso físico y económico a suficiente alimento, seguro y nutritivo, para satisfacer sus necesidades alimenticias y sus preferencias, con el objeto de llevar una vida activa y sana”.
Comprendiendo el concepto debemos tener en cuenta que para tener una buena alimentación es necesario consumir una cantidad necesaria de alimentos que requiere nuestro cuerpo para estar sanos y llenos de energía; se debe tener presente que existen variables tales como el género, la edad, la actividad física, las etapas especiales de la vida como la gestación, la lactancia y la presencia de enfermedades, lo que hace que debamos comer en mayor o en menor cantidad de algún grupo o grupos de alimentos en específico, adicional este proceso nutricional también está ligado al conjunto de procesos involuntarios e inconscientes que comprenden la digestión, absorción, distribución y la utilización de los nutrientes por el organismo, lo que obedece a leyes fisiológicas, poco susceptibles de modificaciones por influencias externas.
Esto quiere decir que si bien pueden ser las mismas preparaciones, las cantidades de ingredientes si deben variar, puesto que no es lo mismo lo que consume un niño, a un adolescente a una mujer en embarazo o en periodo de lactancia, un hombre o una mujer o alguien con una patología en específico, puesto que todos tenemos características diferentes y hay que apuntarle precisamente a esa individualidad para generar un estado de salud y de nutrición óptimos.
Otros aspectos a tener en cuenta para una buena alimentación y que los describimos en ALIMENTACIÓN DURANTE LA PANDEMIA COVID-19 en el siguiente link de https://www.youtube.com/watch?v=6UZdBesnk3w&t=43s, es que la alimentación debe contar con las siguientes características:
Completa: donde se incluyan todos los grupos de alimentos y así poder obtener todos los nutrientes necesarios para el organismo.
Equilibrada: que aporte las cantidades justas de cada grupo de alimentos manteniendo un balance entre sí.
Suficiente: este término se refiere al cubrimiento de todas las necesidades nutricionales en cada persona.
Variada, donde se alternen alimentos del mismo grupo en los diferentes tiempos de comida, diversos colores y sabores. La creatividad juega un papel determinante para un cumplimiento de esta característica.
Inocua: donde su preparación y consumo habitual no representen un riesgo a la salud, es decir, que esté libre de microorganismos patógenos, toxinas y contaminantes.
Fraccionada: consumir tres tiempos de alimentación como comidas principales, conocidas comúnmente como desayuno, almuerzo y cena; y dado el caso dos entre comidas.
Individualizada: esto se refiere al hecho que se acople a las necesidades y características individuales de las que hablamos con anterioridad y que sea acorde con los gustos y la cultura de quien lo consume
Consciente: indica poner todos nuestros sentidos en el proceso de ingesta de alimento.
Si con nuestras preparaciones a lo largo del día estamos asegurando el cumplimiento de estas características, podemos confiar que le estamos brindando a nuestro cuerpo los alimentos indispensables para su buen funcionamiento, de lo contrario te invitamos a que empieces a generar esos cambios que perduren en el tiempo y que sean sostenibles.
¡Regálale a tu cuerpo bienesstar!.